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sábado, 19 de octubre de 2024

No veo ni con gafas

El otro día me sorprendió cierto anuncio televisivo propio de una película de ciencia ficción pero pura realidad, un joven con unas gafas "ray-ban" aprieta un botón de las mismas y empieza a grabar un vídeo como si lo hiciera con un dispositivo móvil. De inmediato me vinieron a la cabeza dos imágenes de dos películas en las que aparecen gafas inteligentes: Arnold Schwarzenegger en "Terminator" y Tom Cruise en "Misión imposible". La ciencia ficción se acaba convirtiendo muchas veces en realidad, y sino que se lo digan al gran director de "Gattaca", Andrew Niccol; su película, de 1997, es genial y visionaria en todos los sentidos, con constantes referencias a descubrimientos y avances que se han ido sucediendo en el tiempo: coches que funcionan con hidrógeno, referencias a los estudios de la estructura del ADN y análisis clínicos instantáneos...pero también alude a problemáticas como la búsqueda de la perfección genética, las enfermedades raras, los hijos no deseados, la competitividad científica o el deseo de viajar a lo desconocido para no volver. 

Pero esto no va de cine, sino del riesgo que estamos corriendo con el imperio tecnológico, gracias al mecenas de las redes sociales: Mark Zuckerberg, creador de Facebook, Instagram y Whatsapp...redes de las que es muy difícil salir porque nos quedaríamos prácticamente incomunicados y atrasados al unísono. Hace tres generaciones, no ha llovido tanto, una persona se consideraba analfabeta si no sabía leer ni escribir...ahora eres un analfabeto digital si no tienes ni remota idea del uso de artefactos tecnológicos, y no hablo de herramientas ofimáticas precisamente. El problema lo están sufriendo nuestros mayores, que no deberían tener que aprender a manejar dispositivos sino que se deberían dedicar a vivir tranquilos, pero la tecnología les está haciendo la vida puñetera a veces; un ejemplo son las cartillas bancarias, sustituidas de golpe por tarjetas de plástico, lo que provoca cabreo y cancelación de cuentas por parte de los estupefactos jubilados, que se niegan a salir de lo acostumbrado.

Y entre tanto solo faltaba la I.A (inteligencia artificial), como avisó Asimov con sus leyes robóticas, para hacer la vida más cómoda a los que no se esfuerzan, a los que prefieren la vida teórica según Nietzsche, en lugar de la vida creativa, artística. Si en su etimología original arte y técnica significaban prácticamente lo mismo, en la actualidad la tecnología ha relegado completamente al arte manual, dando mucho más relieve a la ciencia. Desde el advenimiento de la inteligencia artificial, es muy difícil discernir lo que es verdadero de lo que no, a través de la misma se pueden manipular y editar archivos de fotos, vídeos, música; pero además los estudiantes pueden realizar cualquier trabajo de investigacion a través de diferentes "chats" sin escribir nada de su propia cosecha; el peligro radica en que con dicha inteligencia artificial las máquinas tienen un poder de auto-aprendizaje que asusta. Lo mismo, las susodichas, te hacen un poema que te componen y cantan una canción, y desde luego no hay manera humana de saber la diferencia entre hombre y máquina.

Aquí nos debemos preguntar dónde queda la creatividad del artista, socavada totalmente por lo artificial. Antes se pagaba una millonada por una obra de Picasso, Miguel Ángel o Monet, ahora hasta el arte es virtual, y sino que miren el valor incalculable de cierta escultura digital. Con esto no quiero demonizar a las máquinas, sin ellas no tendríamos obras geniales musicales y del séptimo arte, pero no podemos decir que vale todo y aceptar el engaño. Los grandes artistas actuales deben tener un nudo en la garganta al pensar que pueden hacer lo que les venga en gana con su música, cine o fotografía, pero al final la tecnología no puede competir con nuestros sentidos, con lo que vemos y oímos cada día, aunque los platónicos piensen que la verdadera realidad es semejante a Matrix.

Volviendo al  tema de la inteligencia artificial, podríamos decir que como al "enemigo ni agua", solo hay dos opciones: combatirlo o aliarnos falsamente con él, y con el tiempo estamos aprendiendo, con mucha cautela, a lo segundo después de los primeros rechazos. Multitud de docentes, no es mi caso, se han unido a esta corriente de la inteligencia artificial, y no dudan en hacerla servir cuando eran muy reacios en principio. Así que el error ya es mayúsculo porque nada tendrá mérito: ¿Cómo sabremos si una tesis de un doctorando no es un plagio? ¿Cómo sabremos si una canción de YouTube no la ha hecho un robot? ¿Quién nos sacará de dudas de que una película de culto no es un invento técnico?..o ¿Cómo sabremos si los mismos profesores están yendo en contra de su propia naturaleza?. Estas preguntas, que parecen conspiranoicas, ya empiezan a rondar en las mentes de muchos.

Por otro lado, lo horrible de este asunto no es ni el uso de las redes sociales ni el de la I.A, porque todo tiene dos prismas y al final todo depende del uso correcto o de lo que tenemos a nuestro alcance; sino la despersonalización a la que estamos abocados, la pérdida de identidad y, sobre todo, la imparable falta de intimidad en nuestra sociedad. Cuando nos sucede algo en la vida real podemos saber quién nos daña, pero por desgracia en el mundo virtual es harto complicado. En esta falacia del ser y el deber ser, lo ideal debería ser el bien común, pero la realidad es el mal común. No somos conscientes de que cualquier elemento que tenemos en un teléfono móvil no nos pertenece desde que lo compartimos; desconozco lo que sucede con lo que nos descargamos, pero en cualquier caso asoma ese "Big brother", gubernamental y social, que nos controla y lo sabemos.

Es muy fácil para un malhechor, un "hacker", un ladrón...hacerse con nuestra identidad si no actuamos con la debida ética digital. Cada vez que instalamos una aplicación en el móvil nos instan a dar permisos que debemos analizar uno por uno. Basta con una imagen de tu casa en una red social para que un caco te pueda hacer una copia de tu cerradura al instante. Nunca podemos decir "sí" si nos llama un número sospechoso y nos pueden estafar gravemente hasta el punto de desaparecer nuestros ahorros si se dan rocambolescas coincidencias. Pueden trucar una imagen nuestra de la red y hacernos la vida insoportable. Un dron inteligente puede ejercer la función de un terrorista suicida....estos son algunos ejemplos de un uso maligno de la tecnología, pero también podemos hablar de lo positivo: constantes avances en medicina o biología, facilidad para hacer trámites, etc;...al final se trata de hacer la vida más cómoda.

Queda una última cuestión, irresoluble por el avance imparable técnico: la cantidad de puestos de trabajo que hace y hará desaparecer esta tercera revolución industrial. Queda claro que la mayoría de los trabajos del siglo XXI aún están por crear, y posiblemente tendrán una estrecha relación con la tecnología. Esperemos no ver a algún androide haciendo la función de profesor, bombero o policía, tampoco podría porque el poder de decisión es solo humano....pero haría gracia verlos en algún parlamento, para lo que hacen algunos políticos se podrían intercambiar y no nos daríamos cuenta. Ahora que Elon Musk hace viajes espaciales como si fueran excursiones al campo, a más de uno habría que enviarlo a la luna sin billete de vuelta.


miércoles, 16 de octubre de 2024

"El Uno"

Viendo el título, la gente podría pensar que aquí se está hablando de los juegos de mesa, pero nada más lejos de la realidad porque el tema al que nos referimos es peliagudo, vergonzoso, inadmisible....nos quedaríamos cortos con la cantidad de adjetivos calificativos sobre esta cuestión: el caso "Koldo". Como ya sabemos, a picaresca no nos gana ni el Tato (cierto torero que no se perdía ni un sarao), y en cualquier caso de corrupción política la inventiva es necesaria para que los posibles culpables sean anónimos hasta que el pastel sea descubierto. No sabemos hasta dónde se podrá tirar de la manta en este caso, todo depende de si el ex-ministro de Fomento se quiere marcar un Roldán o no y ser valiente, máxime cuando podría acelerar la caída de un gobierno cobarde, sumiso, desnortado, agrietado..ya se verá. 

En cualquier caso, esto se parece en el fondo, pero no en la forma, al caso de los sobres B de Luis Bárcenas, que también amenazó con tirar de la manta pero que tampoco lo hizo, aunque el caso Koldo es de extrema gravedad porque sus integrantes se estuvieron aprovechando del sufrimiento de millones de españoles durante la pandemia al hacer de las mascarillas un negocio mayúsculo. La U.C.O de la Guardia Civil ya ha desgranado casi todo el entramado de este caso y ha puesto nombres a los pseudónimos de los mismos; eso sí, hay un nombre: "El Uno", que por el momento no tiene cara pero que todo el mundo sospecha de quién se trata, aunque le podríamos denominar el huno, "vaya uno" (y su coletilla) o...el enemigo publico número uno, por sus ansias de poder. Para más inri, su esposa y su hermano también han caído en un presunto caso de corrupción y el mismísimo Fiscal General parece que también ha hecho de las suyas...si ya falla hasta la justicia mejor...apaga y vámonos

No hay que ser muy avispado para observar que el mundo de la política es por el momento hipocresía pura, y la verdad no debe ser plato de buen gusto estar en ese barco si tienes algo de moral y escrúpulos. Lo triste del asunto es que las remesas de miles de universitarios que estudian ciencias políticas o algo similar, solo piensan en buscarse las habichuelas en alguna empresa privada al finalizar sus estudios...está claro que piensan que en política hay gato encerrado y que es mejor que te fiche una buena multinacional antes que joderte la vida y no poder salir de un círculo vicioso. Así que al final quién decide dedicarse al arte de la política arriesga bien el gaznate, a sabiendas o no, y si no sabe en qué se mete es un tonto útil o un inútil...el que lo sabe se conoce de memoria las enseñanzas de Maquiavelo.

¿Y qué ha hecho la oposición? Pues en vez de dejar que los acontecimientos sigan su curso y dedicarse a la vida contemplativa aristotélica, han ido a degüello y han denunciado el asunto de inmediato; esto era de cajón porque llevan tiempo intentando convencer a los socios del gobierno de que lo mejor es una moción de censura, pero las hienas quieren carroña y no van a soltar la presa apecetible hasta dejarla en masa ósea, en su última expresión. Lo curioso del caso es que este gobierno se aprovechó de un gobierno anterior que se autodestruyó por otros casos de corrupción, Rajoy tomó las de Villadiego y nunca más se supo...bueno, volvió a su empleo hasta que se jubiló, pero de puertas giratorias bien lejos quedó. 

Aquí nos podemos formular las preguntas que alguna vez hemos pensado: ¿De verdad no existen políticos íntegros que sean capaces de buscar el bien común y no el bien propio? ¿Solo se puede lograr la democracia mediante clubs sectarios ideológicos? La verdad es que de políticos íntegros hay pocos, pero "haberlos haylos", encontrarlos es más difícil que encontrar una trufa en un desierto; pero debemos tener la esperanza de que en un futuro próximo las nuevas generaciones políticas apuesten por un sistema de gobierno, parecido a una democracia, representativo, real y no fictício, porque el actual parece una jaula de grillos en el que impera la demagogia. Esto ya lo avisaron Platón y Aristóteles hace más de 25 siglos, cuando trataron por primera vez los mejores sistemas de gobierno y sus posibles degeneraciones: la monarquia podía degenerar en tiranía ( o en dictadura si lo aplicamos ahora), la aristocracia en oligarquía, y la democracia era la corrupción de la ansiada república. 

Por otro lado, los políticos no deberían ser, en general, tan cortos de miras e intentar fijarse en la labor de quienes nos sirven y protegen, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El sábado pasado se celebró el desfile como cada año, aunque la lluvia deslució el acto al impedir el aterrizaje de los paracaidistas y todo lo aéreo. Está claro que si hablamos del lema "Servir y proteger", los políticos hicieron novillos en ese examen, cuando obvian que forma parte de su cometido y sueldo. Debe ser muy fácil estar plantado esperando que pase el tiempo, mientras los miembros del ejercito, de la Guardia Civil, de la policía, de la Agencia Tributaria...por un día no están jugándose la vida mientras tienen el premio de poder mostrar sus mejores galas ante la multitud...no solo ante el monarca y demás personalidades. Y también hay que tenerlos bien puestos para ir a un acto cuando sabes que vas a ser silbado e insultado, como le sucede al de la Moncloa.

En fin, como decía David Hume no podemos asegurar nunca que el futuro será como el pasado, aunque una cosa suceda mil veces no tenemos pruebas de que vuelva a pasar del mismo modo. Como desconocemos el futuro no podemos hablar de lo que pasará; si lo que se le viene encima, por todos los flancos, dañará las líneas de flotación gubernamental o no. Pero la previsión no es nada halagüeña porque se avecinan huelgas de transporte, los alquilados amenazan con no pagar sus alquileres, el problema de la inmigración ilegal parece que sea una minucia y en verdad es un polvorín, hay un espía doble español-ruso que no sabemos si ha robado información clasificada...y así podríamos seguir horas. Debe ser muy difícil gestionar el gobierno de casi cincuenta millones de habitantes...pero más difícil es no dar ni una a derechas, por eso las dan a izquierdas,  y se quitan las pelusas con una facilidad inusitada. No hay más ciego que el que no quiere ver, ni más sordo que el no quiere oír.