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lunes, 31 de enero de 2011

¿Son los políticos unos privilegiados?

Supongo que Sócrates o Platón se deben estar revolviendo en sus tumbas al percibir el olor a tufo que desprende la clase política de cualquier ideología hoy en día. Desde luego, el concepto de lo político dista ahora mucho de aquel concepto que existía en la Antigua Grecia, y por supuesto es muy diferente de las enseñanzas de Platón en su “Academia” o de Aristóteles en el “Liceo”.
Pero, ¿por qué ha cambiado tanto la política en 2000 años?  Se pueden aducir muchas razones, pero de estas destacaría dos sobremanera: el dinero y los intereses. Se supone que la primera tarea de un político es ayudar al pueblo a buscar su bienestar, y digo político y no gobernante porque hay muchas clases de políticos: concejales, alcaldes, ministros, presidentes, etc., . Pero ese servicio al pueblo se debería ejercer a cambio de nada, por amor al arte o a la sabiduría, ese no es el caso y una clara muestra la tenemos en nuestra piel de toro.
¡Poderoso caballero es don dinero!, como decía aquél y que verdad tautológica es, desde que se inventó el dinero apareció la corrupción y la política es una prueba palpable de ello. Como decía antes, un político debe estar al servicio del pueblo y no al revés, un político es un representante elegido por millares de personas que depositan en el mismo su confianza y sus derechos como ciudadano. Decía Jeremy Bentham, hablando de utilitarismo, que se debía buscar el interés general y no el particular, pero esto está sucediendo al revés. Si agregas el interés particular al dinero es peligroso, y más para un político, naturalmente no todos son de la misma condición.
¿Quién tiene la culpa de que exista este afán de poder entre los políticos?, Pues nosotros mismos por haber permitido que, a partir de la creación de los partidos políticos, dichos partidos hayan dispuesto de cantidades ingentes de dinero para hacer lo que les apetezca. Se supone que estas partidas de dinero, provenientes de cuotas de afiliados, presupuestos generales, etc., son para campañas electorales y demás. Pero cada vez intentan tomarnos más por idiotas y se creen que no sabemos en que dispendian esas fortunas. Menos mal que existe el ojo que todo lo ve: los mass-media o medios de comunicación, para advertirnos de la realidad y ver la cantidad de corruptelas políticas, demostrables o no, que existen en la actualidad. Me refiero a los medios de comunicación que no se dejan llevar por ideologías, por supuesto.
Mientras tanto, en España cuatro millones largos de parados entre los que me incluyo por el momento, y aún hay gente que los defiende. Para muestra un botón, en cierto programa de televisión se decía el sábado por la noche que es una falacia que los políticos sean unos privilegiados, pero eso es como negar que una moneda tiene dos caras. Mientras estos políticos siguen dilapidando fortunas en comidas y viajes, los españolitos de a pie siguen con el sueldo congelado o mermado, caso de los funcionarios, y encima nos deberemos jubilar a los 67 años mientras ellos lo harán mucho antes.
Señores políticos, esto no es de recibo, iso que la gente llana ha visto rebajado sus jornales ganados con el sudor de su frente, ustedes deberían tomar ejemplo y hacer lo mismo. No me refiero sólo a su cargo de políticos, sino porque la mayoría de ustedes están cobrando varios sueldos de modo enmascarado y eso es una afrenta para los ciudadanos. ¿Cómo es posible que un  presidente del gobierno cobre una paga vitalicia cuando ha finalizado su mandato? Los señores González, Aznar, (y próximamente Zapatero) por el mero hecho de haber sido presidentes del gobierno, perciben unas retribuciones con las que una familia media podría vivir diez años a cuerpo de rey. Pero además se convierten por arte de magia en presidentes o consejeros de importantes empresas de talante internacional. Por supuesto no son los únicos, esto también sucede con cargos autonómicos, ministros, etc., 
En este país, aparte de la creación de los partidos políticos, también existen dos factores que han repercutido en las clases políticas: la descentralización y la aparición de las autonomías. Digo esto porque España siempre ha sido un reino de reinos que se han querido repartir un suculento pastel: el pastel del poder. Por esa razón no tuvo una capital asentada hasta que lo fue Madrid, después de haberlo sido: Cangas de Onís, Granada, Jaca, Toledo, etc.,.
Madrid es la capital de España porque es el centro, en eso estamos todos de acuerdo, como lo podría haber sido Barcelona o Valencia, pero ser el centro significa ser el punto neurálgico donde todo converge y desde ese centro se puede controlar todo sin problemas. Pero como España, como dije antes, siempre ha sido un reino de reinos, siempre ha habido voces discordantes que han pretendido menguar las capacidades de un sistema centralizado. Esto sucede porque todas las partes de ese todo han reclamado la suya basándose en vanas excusas como la industria, la burocracia, la distancia, el comercio, etc., todas estas razones pueden ser válidas pero realmente siempre han tenido un trasfondo oscuro: el nacionalismo.
Con el paso del tiempo, este sistema centralista ha ido perdiendo fuelle por las presiones de otros sistemas descentralizados y nacionalistas, acrecentadas por la falta de un proyecto en común. España pasó de ser una potencia mundial a ser un país disgregado en apenas tres siglos, con la pérdida de Cuba y Filipinas y la posterior guerra civil que acabó de dividir a los españoles. Todo ello causado porque se acabaron las metas por alcanzar y los países por conquistar, esto conllevó la falta de un proyecto en común y la desidia de los españoles.
 Decía Ortega y Gasset que “Castilla ha hecho a España y Castilla la ha deshecho”. Qué razón tenía este hombre!  Los que tenían un proyecto, caso de Cataluña, País Vasco, Valencia y parte de Castilla, intentaron tirar del carro porque tenían industria. Pero esto ocasionó que la otra parte de España se quedara rezagada por ser la Castilla labriega y campesina, este fue uno de los factores que desembocó en la guerra civil. Me pregunto qué hubiera sucedido si la industria hubiera estado en Andalucía o Extremadura, pero a mi parecer hubiera sucedido ídem. Si la industria estaba en dichas regiones se debería a razones estratégicas y comerciales supongo.
En cualquier caso, volviendo a lo de antes, se ha llegado a una situación en la que el sistema central, a medida que ha ido perdiendo el control burocrático, también ha empezado a perder su control político y gubernamental. El sistema central no ha podido absorber las presiones a las que ha estado sometida, principalmente por los nacionalistas, y esto ha desembocado en la aparición de las autonomías. Cuando España estaba dividida en regiones el sistema central era el que las controlaba, pero llegado el punto en que el sistema central cede para no explotar internamente, se crean las autonomías. Cada autonomía no es más que una región, pero con poder para autogestionarse internamente. Los reinos del reino ya lo han conseguido, se han repartido el pastel y han mermado al sistema central y al gobierno.
Así pasamos de un sistema central con fortaleza suficiente para controlar un país, a unas autonomías que siguen ansiosas de poder y de despilfarrar las arcas del Estado o del gobierno, creando mini-estados. ¿Qué relación tiene todo esto con los políticos? Pues la verdad toda, cuanto más se disgrega el país más cargos políticos hacen falta, más caudales son necesarios para saciar su sed de poder y más sufrimos los ciudadanos por la incompetencia de dichos políticos que sólo buscan su propio interés y llenarse los bolsillos. Cada vez es más obvio que los nacionalistas, y cuando digo nacionalistas me refiero a todas las autonomías sin excepción, no querían la creación de autonomías por ideales meramente políticos, sino para sic disponer de cantidades enormes de dinero para hacer y deshacer a su antojo, enchufando en puestos inventados a sus familiares y colegas, dándoles igual que no sean válidos para el puesto que vayan a desempeñar, sólo les importa que estén en dichos cargos para mantenerse en el poder y dispersar más al Estado. Y los nacionalistas siguen pidiendo más y más… y nadie les para los pies. Mientras tanto el paro sube y sube, familias enteras sin trabajar que cobran la prestación pero que dentro de muy poco tiempo se pueden ver hasta obligadas a delinquir por no tener nada que llevarse a la boca. La gente no lo piensa, pero como esto siga así, se empezarán a asaltar los comercios y aumentarán los robos, sino tiempo al tiempo.
Pero nada, los españoles siempre nos hemos caracterizado por vivir a salto de matas, mientras haya espectáculos como el fútbol y los toros, los españoles nunca se preocuparán por los problemas que de verdad nos afectan. Y lo del fútbol ya no tiene nombre, soy futbolero pero me indigna que un deportista sea millonario por pegar patadas a una piel esférica, ese es otro cantar y tenemos lo que nos merecemos por pagarles esos sueldos de manera indirecta.
En fin que si recortamos los sueldos de las estrellas del fútbol y de la política, ya veríamos como la crisis que padecemos no sería la misma.

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