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martes, 28 de diciembre de 2021

Vamos tarde

Últimamente hemos tenido que añadir un elemento a las fiestas navideñas con el que no contábamos: las restricciones por la pandemia. Hasta las navidades de hace dos años el tema de conversación era el precio del marisco o del cordero, cómo gestionar las cenas sin enfados familiares, o ver si habíamos tenido suerte en la lotería; todo esto cayó en saco roto en pos de los "neologismos" aportados por el coronavirus: pasaporte covid, toque de queda, test de antígenos, positivo, distancia social.. y así podríamos seguir un rato largo. El año pasado sabíamos varias cosas: que se iba a coartar nuestra libertad, que no podríamos reunirnos en familia sin hacer ejercicios de funambulismo, que si no volvíamos a casa antes de cierta hora nos podríamos convertir en calabaza con la multa correspondiente. Y alguna circunstancia más de este sinsentido. 

Pero como somos animales de costumbres y no aprendemos, pues estas navidades hemos vuelto a caer en lo mismo, o peor, y como siempre vamos tarde. Estábamos avisados desde verano, con la variante delta del coronavirus; y ahora con la ómicron, luego vendrán la omega y la pi, o la sigma.. los griegos se deben preguntar porque asocian su alfabeto con semejante rémora. Pero no supimos leer las señales, o directamente hicimos caso omiso de las mismas, y así nos va. No es de recibo tener que vacunarte de una tercera dosis, llamada de refuerzo, (y no será la última) de una vacuna que está provocando más problemas que soluciones, o que lo que subsana por un lado lo estropea por otro; hay mucho efecto secundario escondido en estas vacunas de nueva generación: molestias estomacales, ansiedad, crisis asmáticas, etc., y los médicos al ser preguntados sobre esto se escudan en su ignorancia y su inseguridad. 

Pero volviendo a lo de antes, cuando me refiero a que "no es de recibo" intento poner el acento en la multitud de personas que sigue sin vacunarse y se la trae al pairo, que esta vacuna se debió empezar a poner en septiembre y no ahora que está contagiada la mayor parte de nuestra sociedad, lo que denota la falta de resiliencia y anticipación política, dejando invenciones de comunidades autónomas al margen. Había muchas ganas de normalidad, nuestra cultura mediterránea es cariñosa, somos de abrazarnos y tocarnos y quizás nos fiamos demasiado pensando que esto había acabado y ya vemos que no. Pero una cosa es la cultura y otra la dejadez y la falta de empatía, algo se veía venir cuando observas que dentro del tren empieza a haber gente sin mascarilla o que no la llevan del modo adecuado, y que un día una persona le recrimina a otra que no lleva dicho elemento y acaban a golpes, y tú pensando que a nadie le gusta llevar eso puesto pero la necesidad manda. 

Como dos más dos son cuatro, ya sabíamos lo que iba y va a suceder, no hacía falta enterarte de que algún personaje importante dijera que se ha contagiado, porque eso era síntoma de que vendrían mal dadas y aparecerían las restricciones. Como siempre, la "culpa" es del ocio nocturno y la restauración, hay que ser cínico para echar más cargas sobre los que están penando por las malas actuaciones de la sociedad en general. ¿Realmente hay que achacar los contagios a la hostelería y a las discotecas? Esto es una muestra de la aplicación del recurso fácil culpando a los que menos capacidad de defensa tienen. Es indecente la cantidad de cancelaciones de reservas que se está haciendo en estas fiestas, si se hubieran hecho las cosas bien, anticipando lo venidero, las personas podrían haber hecho sus comidas y cenas de empresa, sus cenas de Navidad, etc.,..y por supuesto no habría miedo a reunirse. Pero antes hay que hacer acto de contrición y aceptar que no hemos actuado bien, que nos hemos relajado demasiado y el "bicho" ha vuelto a atacar, aunque realmente no se había ido y estaba a la espera de nuestro error. 

Por otro lado está el tema del negacionismo, estarían contentos los escépticos de la antigua Grecia si pudieran observar a la multitud de acólitos que han conseguido de golpe. A nadie le gusta, ante el tema de la libertad y el determinismo, optar por lo segundo porque eso significa que no somos libres, pero hay un largo vericueto para llegar a convertirse en un anarquista pandémico. ¿Qué hubiera sucedido si nadie se hubiese vacunado? La respuesta no existe ni existirá gracias al trabajo de muchos, pero sí por la omisión de otros tantos que bien por miedo, por malas influencias, o por llevar la contraria están en las antípodas en el pensamiento sobre la pandemia respecto a los que decidimos vacunarnos por obligación, por respeto a los demás, por empatía y por el mismo miedo negacionista. 

Como la verdad solo tiene una realidad, los hospitales se están llenando, sobre todo, con los contagiados anti vacunas, no es algo que haga sentirnos orgullosos pero es lo que sucede cuando te avisan de lo que puede acaecer si niegas que la gente enferma por este virus, y que muere. Nos podríamos plantear, por otro lado, si la mascarilla nos está ayudando o perjudicando ahora, si sería mejor no llevarla para poder inmunizarnos de estos agentes externos estando vacunados, y que a lo mejor no es tan necesaria ahora como lo fue con la versión primigenia y letal del virus. O que se deben estar confundiendo los casos de gripe estacional con los de la variante ómicron. Pero no dejan de ser elucubraciones de científicos que realmente no saben la respuesta. 

Lo que está más claro que el agua es que nadie decidió vacunarse y llevar la cara tapada por amor al arte, solemos hacer las cosas por obligación cuando deberíamos hacerlas por prevención. Desde luego algo no funciona cuando ves imágenes de algún futbolista celebrando una fiesta en multitud sin distancia de seguridad y sin protección facial; o de algún campo de fútbol inglés donde el contagio se va a dar de modo efervescente por la falta de seguridad. No aprendemos, por eso luego no nos quejemos.



sábado, 13 de noviembre de 2021

¿El deporte es malo para la salud?

Desde luego no es normal lo que está sucediendo en el considerado como deporte rey, el fútbol. No hablo de dinero, de intereses, de entresijos políticos, etc. Todo esto no debería importar nada ante lo que aquí me ocupa y me preocupa: la salud de los deportistas. Dejando atrás el forofismo, el fanatismo, el ser "supporter", el considerarse aficionado... creo que es triste ver la larga lista de futbolistas; o bien jugadores de club, llamados "one club man" o bien grandes figuras, que han tenido que dejar su gran pasión y trabajo por algún tipo de problema coronario, eso los más afortunados que han podido seguir con su vida e incluso han vuelto al deporte en su nivel más alto. 

Otros no tuvieron tanta suerte y se dejaron literalmente la piel, y la vida, en la cancha. Aún me estremezco al recordar las imágenes del camerunés Marc-Vivien Foé tendido en el terreno de juego, con los ojos salidos de sus órbitas, en los estertores del fin de su vida, o de Miklos Feher jugando en el Benfica, arrodillado en la hierba y cayendo fulminado. Si hablamos de los casos que más nos han conmovido por ser españoles, siempre tendremos en la retina a Antonio Puerta y a Daniel Jarque, el segundo falleció en un hotel en una concentración; el primero en el Sánchez Pizjuán, defendiendo los colores del Sevilla FC. El segundo, capitán del RCD Espanyol; el primero estaba llamado a ser jugador de relumbrón. Sé que me dejo a muchos, pero la lista es muy extensa. 

Por establecer un paralelismo, no en la forma pero sí en el fondo, esta situación ya se dio hace un tiempo en Estados Unidos en una gran cantidad de jugadores de fútbol americano que murieron de forma extraña después de haberse retirado de sus correspondientes equipos, pero todos con un denominador común: habían sufrido multitud de golpes en la cabeza a lo largo de su vida, se comportaban de modo extraño y tenían lesiones cerebrales de las que fueron conscientes tarde. A principios del siglo XXI, el patólogo forense nigeriano-americano, Bennet Omalu, se dio cuenta al hacer la autopsia a Marc Webster, ex-jugador de los Pittsburgh Steelers, del problema, y llegó a poner en jaque a la misma NFL al afirmar que la práctica del fútbol americano entrañaba riesgos para la salud de los deportistas. 

Al principio no le hicieron caso y lo trataron como un don nadie por no ser ciudadano americano de pleno derecho, pero después de demostrar que esas lesiones cerebrales, parecidas a las de los boxeadores, provocaban ECT (encefalopatía traumática crónica), lo vieron como un peligro para sus intereses; aunque las franquicias perfeccionaron bastante las medidas de seguridad en los anclajes de los cascos y demás protecciones,  acabaron cediendo y reconocieron que el fútbol americano era peligroso, sobre todo cuando se descubrió que había más de 200 jugadores afectados por la ECT, incluso en activo. Fue la primera vez en la que un gran emporio deportivo vio las orejas al lobo y tuvo que rectificar en pos de la salud de sus propios trabajadores.

No creo que este caso sea parecido al del "soccer", pero la lista de futbolistas afectados en mayor o menor medida por problemas de corazón en los últimos dos decenios es preocupante (según FIFA en los últimos 5 años han fallecido 84 deportistas en el desempeño de su labor o bien entrenando). La cuestión radica en si se hacen bastantes y exhaustivos controles sanitarios a los deportistas, parece ser que sí pero algo se les está escapando a los médicos si cada vez hay más jugadores que están aparentemente sanos y que esconden enfermedades congénitas indetectables. Los casos más recientes de jugadores a los que han diagnosticado problemas de corazón son los de Christian Erikssen (benditos desfribiladores) y Sergio "Kun" Agüero, pero la lista es alarmante.

 Uno de los equipos que ha sido más  "diezmado" en los últimos tiempos por este problema ha sido el Real Madrid: Antonio Cassano, Aitor Karanka, Rubén de la Red, Daniel Carvajal o el mismo Iker Casillas (ya en su etapa portuguesa) han sufrido problemas coronarios de algún tipo, y de hecho excepto Carvajal los demás hubieron de dejar la práctica del fútbol. Los estamentos futbolísticos españoles, europeos y mundiales deberían tomar nota de lo sucedido en la NFL, porque una posible razón de esa lacra es el calendario tan cargado de partidos, de viajes infumables, de amistosos prescindibles. No puede ser que un deportista se tenga que recorrer a veces 30.000 km en avión en una semana para jugar dos partidos allende los mares, eso causa un gran cansancio y bastantes lesiones a la postre. 

Al fin y al cabo los jugadores son trabajadores de los clubs y no de las selecciones, a quienes son prestados bien sanos y que los devuelven destrozados. Normal que muchos jugadores renuncien a ir a una pesadilla por mucho que estén ilusionados con ponerse la elástica que defiende los colores de su patria.  Posiblemente a partir de ahora se abra una puerta a un calendario único que no ponga en riesgo la salud de los futbolistas, que sea beneficioso para todos los agentes en liza y que sirva de escarmiento a los diversos estamentos futbolísticos. Tal vez se den cuenta de que la denostada "Superliga" es más que necesaria, aunque con algún que otro retoque en su esqueleto. Es esto o los casos de jugadores con problemas de corazón, entre otras lesiones, pueden ir a más. 

Para finalizar, es obvio que estos jugadores son ídolos para muchas personas, reflejos incluso de personalidad, y que este problema no atañe solo al fútbol, sino a otros deportes como el atletismo, el ciclismo, etc; Si en el deporte de élite los casos de problemas coronarios son ingentes, ni que decir tiene lo que sucede en el deporte amateur o por hobby. El deporte, hacer deporte, es muy sano; lo que no es sano es no comprender tu cuerpo y obviar que no puedes pasar directamente de ser jugador de fútbol a ser corredor de maratón (no somos Luis Enrique). Las personas se empeñan en hacer sufrir a su cuerpo y a la larga eso se paga, no es lo mismo hacer pesas con 18 años que con 50; aunque pensemos que vamos a rendir igual el tiempo pasa y avisa con renuencia. Así que "mens sana in corpore sano".

martes, 19 de octubre de 2021

Un tonto con un plan

Decía un tal Lord Acton que: "el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente", y qué razón tenía. Si encima dejamos el poder en manos de un tonto, o varios, con un plan, entonces la ecuación se resuelve sola. ¿De qué plan estamos hablando? Pues de destruir a nuestra nación, si es que no lo está ya. No sé si lo que nos gobierna tiene idea de quienes fueron los sofistas griegos, pero sobre demagogia la lección la tienen bien aprehendida y aprendida. ¿O no es demagogia comprar el sufragio de futuros votantes con un carnet de descuentos, o cuentos, culturales? Seguramente, como todo lo que intentan en su huida hacia adelante, les salga mal la jugada y como son cenutrios no se den cuenta de que cierta isla pide ayuda y acción, y no palmaditas en la espalda, y esos 400 euros serían solución para sus problemas a corto plazo. 

Otro aspecto que dudo que desconozcan estos sofistas de medio pelo es la diferencia entre maestro y ministro en su etimología primigenia. Maestro viene del latín "magister", que proviene del adjetivo "magis" y que significa "más o más que", así magister es definido como el que destaca o está por encima del resto por sus conocimientos y habilidades. En cambio el vocablo ministro viene del latín "minister", que proviene del adjetivo "minus y que significa " menos o menos que". La definición de minister sería la contraria a la de magister, minister es el sirviente o subordinado que carece de habilidades o conocimientos. La cuestión radica en cómo la historia ha alterado ese orden, pero como dice Javier Ruíz: "Cualquiera puede ser ministro pero no maestro".

No sabemos si los docentes podrían gobernar este desgobierno mejor de los que lo intentan, pero lo que es seguro es que no habría tantos errores, patinazos, gazapos o patadas al diccionario. Es vergonzoso escuchar ruedas de prensa en los medios de incomunicación y observar la falta de oratoria y preparación, aunque retórica mucha, de la clase política en general. Y no es nada normal que lo hayamos permitido sin hacer autocrítica y sin juzgar no ya sus actos, sino la espantosa ridiculez en que nos dejan al soltar la lengua los que se supone que nos representan. Si hablamos ya de los idiomas, la cosa se vuelve esperpéntica, deberíamos obligar a muchos a ir de Erasmus para que aprendan un mínimo de inglés o alemán, pero corremos el riesgo de que vuelvan con acento mexicano como Aznar. 

Pero, ¿De qué nos sorprendemos si hay políticos con estudios que después no son capaces de saberse expresar con una actitud acorde a su cargo?. Luego no nos quejemos de los nuevos neologismos acuñados como "hije" o "matria", el pobre Cela se debe estar revolviendo en su tumba y los de la R. A. E deben ir locos pensando en la próxima pesadilla lingüística. Pero como digo, la culpa es nuestra por permitir que ciertas personas lleguen al poder para poder decir lo que les venga en gana y que nadie les pueda decir que las estructuras del lenguaje se tambalean por su culpa. Y no es una cuestión de machismo o feminismo, sino de sentido común; el lenguaje es una herramienta de comunicación pero no de invención, no todo vale o no todo debería valer porque entonces no sirve de nada lo que aprendimos de jóvenes, o eso o que los políticos nos expliquen las nuevas reglas ortográficas. 

Como he dicho antes, "no hay peor cosa que un tonto con un plan".

martes, 24 de agosto de 2021

Estupidez supina

El título de este artículo le va ni que pintado a la desatención que este gobierno está teniendo con la población, el gobierno está "missing", no está ni se le espera, empezando por el mastuerzo que nos está llevando hacia un precipicio sin marcha atrás. Solo cabe esperar, y es descorazonador, que el tiempo vuele y vengan tiempos mejores, porque lo que viene es desolador. A pesar de la falta de coordinación/cohesión en el tema de las vacunas, ya se está llegando al deseado 70%, en sí es buena noticia pero con otro tipo de gobierno seguramente rondaríamos el 90%.
Pero esto es un suma y sigue, y los problemas se amontonan sin paliativos.

Si nos referimos a la incesante subida de la luz, es vergonzoso observar que, pudiendo nosotros producir más y mejor, tengamos que solicitar la energía a países como Francia o Suiza, y lo peor es que la gran apuesta por las energías renovables no se está llevando a cabo. Puede ser una consecuencia o efecto de peajes que hay que desembolsar por errores de legislaturas anteriores, pero es indudable que quien tiene que coger el toro por los cuernos es quien está en la palestra, y no pensar ni recurrir a fantasmagoría pasada inactiva. Es triste la situación de quien, si antes no podía tener acceso a los servicios mínimos de suministros de luz y gas, imagínese ahora con la luz a precio de caviar,  es deleznable.

Otro tema de relumbrón es el precio de la gasolina, primero nos dijeron que los coches diesel van a desaparecer en pocos años y ahora que en 20 años no habrá coches que no sean eléctricos, dudo que cualquier españolito se lo crea a pies juntillas; máxime cuando el número de estaciones con carga para coches eléctricos es por el momento ínfimo, y que la distancia que pueden recorrer esos tipos de  automóviles es mucho menor que uno con gasolina o gasoil. En cualquier caso es inadmisible ver un decalaje de más de veinte céntimos por litro, en el caso del precio de la gasolina, dependiendo de la comunidad autónoma en la que se encuentre uno. Las gasolineras que dispensan el carburante más caro se escudan en que el trato con el cliente es mejor, o que es más pura y sin aditivos, pero está demostrado que es una verdad a medias.

Respecto al asunto de los peajes sería acertado decir que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. A principios del año pasado empezaron a desaparecer peajes de los tramos de la AP7 o autopista del Mediterráneo, y los que quedan lo harán en breve; y en una semana también finalizará la concesionaria de la AP2, que enlaza Barcelona y Madrid. Si estuviéramos en una situación menos anómala políticamente hablando, sería una noticia magnífica, pero a mi entender detrás de esto se esconde algo malévolo, ya veremos qué pero alguien de estómago agradecido auspició que si se dejaban de pagar autopistas se deberían encarecer las autovías. Esto ha quedado en agua de borrajas de momento, pero no hay que fiarse de esta casta.

Algo que inmediatamente está provocando la gratuidad de las autopistas es el aumento masivo de camiones, nadie es perfecto pero se está observando que la conducta de muchos camioneros no está siendo la correcta en el caso de los adelantamientos; desconozco si existe un protocolo que permita que un camión adelante a otro, pero no es de recibo ver cómo hasta tres camiones seguidos adelantan a otro, poniendo en peligro a los demás conductores y creando retenciones y tensiones. El pez grande se come al pequeño, pero al final habrá una desgracia, entonces es cuando se pondrá remedio. Si a esto le sumas la cantidad de conductores que solo quieren ir por la izquierda, pues los boletos de accidente son constantes.

En fin, se acerca septiembre y con ello volverá el paro para mucha gente, esto de disfrazar las cifras les encanta a los progres; pero llegará un momento no lejano en que la pandemia acabará y habrá que arreglar cuentas. A lo mejor el precio de los peajes nos lo cobran en la factura de la luz, o baja la gasolina y nos la cobran con el agua, me espero cualquier cosa de esta calaña. Como he dicho al principio, estupidez supina...y aún falta lo de Afganistán, capitulo siguiente.

Manuel Morillo Miranda

domingo, 8 de agosto de 2021

Juegos a medias.

Sin duda, los Juegos Olímpicos de Tokyo no han sido como los anteriores por muchas razones: se han disputado entre olas pandémicas y sin público, se han realizado en un año impar, las condiciones climatológicas han sido puro azar, etc; pero lo que está patente en el ambiente es que todas las naciones tenían una imperiosa necesidad de que dicho evento se llevase a cabo porque poderoso caballero es don dinero, y aunque en cualquier olimpiada perdure el espíritu "citius, altitus, fortius" que instauró el Barón de Coubertain, asistimos cada vez más al imperio capitalista en el deporte, y los Juegos Olímpicos de Tokio tampoco han sido excepción a la regla.

El otro día me dio por investigar sobre las medallas otorgadas y su composición y mi sorpresa fue mayúscula al leer que su porcentaje de oro, plata y bronce no deja de ser un mero baño, y que dichas medallas provienen del reciclaje de teléfonos móviles, pc, y demás utensilios, esto nos da una idea de la clara concienciación que existe en Japón sobre el medio ambiente y el cambio climático (por algo su protocolo tiene nombre japonés: Kyoto), y nos muestra la gran desigualdad y egoísmo entre los diferentes países a la hora de posicionarse en este tema. Sin duda la pandemia, en sus diferentes versiones, ha sido un gran toque de atención mundial, pero está visto que ni así aprendemos.

Que casualidad que los gerifaltes del medallero: EEUU y China, son dos de las naciones que más contribuyen al cambio climático; y a lo mejor para ellos competir en las olimpiadas es una forma de expiar sus pecados, por un lado, y de ser unos virtuosos de la hipocresía, por otro. Si miramos más abajo en el mismo listado, aparecen Japón, Gran Bretaña y el Comité Olímpico Ruso (denominado así porque Rusia como tal está sancionada deportivamente desde los juegos de invierno de Sochi en 2018). Así que entre los cinco más laureados en Tokio aparecen los tres que menos conocen el utilitarismo y que mejor saben de mirarse su propio ombligo (Estados Unidos, China y Rusia).

Por otro lado, si nos referimos a los premios en metálico que otorgan los diferentes estamentos deportivos gubernamentales, podemos decir que, en comparación con otras naciones; lo que España ofrece a sus competidores que han obtenido medalla no está nada mal, incluso si hablamos a nivel paralímpico. Lo que encuentro injusto es que alguien que obtenga un diploma olímpico no tenga derecho a emolumento alguno. En cualquier caso el oro está valorado en más de noventa mil euros, la plata en unos cincuenta mil y el bronce un escalón por debajo, el premio es menor si se disputa en pareja o en equipo (ignoro la valía de las preseas en el ámbito paralímpico). No llegamos ni de broma a los setecientos mil euros si Azerbaiyán ganaba un oro en Río de Janeiro en 2016, o a los 675000 euros que podía ganar un competidor de Singapur en 2008 en Pekín. También hay que decir que la representación de Suecia y Reino Unido no recibe premio económico alguno en caso de obtener medalla.

España ha obtenido 17 medallas, las mismas que hace cinco años, pero ha habido un gran retroceso en la consecución de preseas del más preciado metal. Si en Río de Janeiro se obtuvieron siete, en Tokio solo se ha llegado a tres, y en lo referente a diplomas olímpicos el resultado ha sido más o menos parejo si cotejamos ambos eventos. Lo que sí hemos observado es que China cada vez compite mejor y aunque en resultado total los americanos siguen por delante, en medallas de oro ha habido máxima igualdad. Se puede decir que una de las grandes triunfadoras de estas olimpiadas (y deberíamos aprender de ella) ha sido Italia en el ámbito atlético, con preparación totalmente autóctona (algo tendrá que ver su formación policial o militar en su mayoría) sin duda una gran alegría para uno de los países más azotados por la pandemia. 

También se observa que Jamaica sigue siendo la reina de la velocidad en detrimento de los norteamericanos; que sí siguen dominando en el agua con Caeleb Dressel y Katie Ledecky, aunque los australianos les pisan los talones. Capitulo aparte merece Simone Biles, la reina de la gimnasia artística, muestra de lo importante que es tener una gran preparación mental además de deportiva, aspiraba a ganar un repoker de oros pero la presión pudo con ella, aún así no abandonó a su equipo e hizo lo que pudo. Japón, como anfitrión, tampoco ha obtenido malos resultados al ser el tercero en discordia en el medallero, pero aún está lejos de tratar de tú a los gigantes chino y americano.

Si hablamos de los nuestros, podemos decir que la actuación ha sido de luces y sombras, bien por influencia del virus o bien por lesiones inoportunas. Se consideraba medalla segura (no entro en el metal porque para ganar primero hay que competir como se ha visto) a grandes figuras como John Rahm en golf o Niko Shera en judo (por decir dos casos), al primero lo dejó fuera un positivo por COVID y al segundo le faltó suerte al tener que enfrentarse de primeras con su bestia negra. Llegados a este punto mucha gente se hace la siguiente pregunta: ¿Qué hubiera sucedido si los Juegos Olímpicos se hubieran celebrado en su momento y sin la pandemia?

Pues es imposible de predecir, pero seguramente Rafa Nadal y Carolina Marín hubieran llegado lejos en sus competiciones, Lydia Valentín habría competido en su peso, Pau Gasol no habría ido por estar lesionado, muchos y muchas atletas habrían llegado cortos o largos en su preocupación (como dijo Ana Peleteiro, que ha bendecido tener un año más)...pero Alejandra Cerezo no habría ganado la plata en taekwondo por no tener la edad para poder competir y seguramente Alberto Ginés tampoco habría escalado a lo más alto. 
Es difícil poner notas a la actuación de quienes nos han representado en Tokio, pero en mi opinión nuestros karatecas Sandra y Damián, y los piragüistas Maialen Chourraut y Saúl Craviotto siguen siendo un valor seguro; Fátima Gálvez (junto a Alberto Fernández, y no quizás como se esperaba) y Teresa Portela han obtenido por fin una medalla que siempre se escapaba, David Valero y Pablo Carreño lucharon como jabatos para conseguir un bronce de oro...como también lo fue la plata de Ray Zapata. Quizás el mal sabor de boca me lo han dejado los deportes de equipo, la vela y Garbiñe Muguruza.

En cualquier caso, hay que hacer un monumento a quienes tan bravamente han competido representando a nuestra bandera. Mi más sincera enhorabuena.

Manuel Morillo Miranda

jueves, 15 de julio de 2021

"Insultos" a la inteligencia

Pues oiga, que seguimos con la política de saldo, qué casualidad que el mismo día en que conceden los "indultos" a unos tipejos secesionistas que se ríen del Estado español, también es el día en que deja de ser obligatorio el uso de la mascarilla al aire libre; a no ser que no haya esa distancia mínima exigida de metro y medio, que al final tendremos que ir con una regla de medir y habrá que cantar la canción de Teresa Rabal, pero en vez de ponernos de pie o sentarnos...haremos gimnasia con la mascarilla y los brazos, que ya parece esto una clase de Eva Nasarre.

Pero centrándonos en la cuestión pertinente, hay que ver este gobierno, no da puntada sin hilo, aunque da igual porque seguramente está dando sus últimas bocanadas de humo, porque eso es lo que vende: "humo". Un gobierno que vende humo es peligroso porque intenta contentar a todos, y eso no es posible; no es lo mismo contentar, que depende de otros, que ser feliz, que depende de uno mismo. Por eso cuando oyes cosas como: "estoy feliz porque he cobrado la nómina", tú piensas para adentro, "pero si te lo has ganado". Mal vamos cuando no distinguimos esta sutileza, y peor es cuando la ciudadanía deja de creer en este gobierno, como está sucediendo. Un claro ejemplo ha sido la inevitable derrota en las elecciones a la Comunidad de Madrid, pero como vemos esto es solo el inicio.

¿Y qué está haciendo este gobierno de pandereta al respecto? Pues jugar al despiste, primero hizo cambios de baloncesto, pero ahora ya son de balonmano y me quedo corto, esto demuestra desgobierno, revanchas y falta de rumbo, aunque quieran mostrar una falsa limpieza de cara. El siguiente palo para este gobierno ha sido la decisión del Tribunal Constitucional sobre el primer estado de alarma, por la mínima ha declarado "inconstitucional" el mismo, ya veremos cómo subsana el daño causado a la hostelería, p.ej, pero el recurso de VOX se ha impuesto para visibilizar que se debió promulgar un estado de excepción y no de alarma. 

Ahora habría que preguntarse cuál será el siguiente disgusto gubernamental, pues éste tratará de las consecuencias del mal obrar; dicho de otro modo, no puedes pactar con pseudo-terroristas y secesionistas y esperar que las aguas se calmen por sí solas sin pagar un alto precio, como consecuencia de esto hemos asistido a la burla de unos cuantos "don-nadie" que han obtenido su indulto merced a presiones y sobornos al gobierno, y que encima reconocen que lo volverían a hacer; no hace falta decir que con un gobierno en condiciones estos personajes cumplirían la pena íntegra y no saldrían felices de la prisión. En el País Vasco se estarán frotando las manos haciendo la carta de los "reyes vagos", aprovechando la debilidad gubernamental cual pirañas en un río americano.

Pero esto siempre ha existido desde que el mundo es mundo políticamente hablando, porque si hay un aspecto que nos define a los españoles es el "particularismo", siempre ha habido más desunión que verdadera unión. Si hacemos cábalas sobre una España distópica en la que no hubieran existido los Reyes Católicos, nos podríamos echar a temblar, pero afortunadamente no fue así o eso nos hizo creer la historia. Decía el gran Ortega y Gasset que Europa es anterior a sus naciones, pero que no tenemos conciencia de ello y de ahí las innumerables lides acaecidas desde el surgir de los Estados Modernos. El peligro no radica en el particularismo en sí, sino en la "acción directa o violenta", o la no aceptación de las instituciones, como el gobierno o el Estado, muestras de esa acción directa han sido aquí los atentados que hizo ETA en su tiempo, o los disturbios provocados por los CDR en Cataluña, el fin es el mismo: acción directa y violenta para conseguir llevar a cabo la realización de algo utópico. 

Lo que está meridianamente claro es que el particularismo solo surge ante la debilidad, con un gobierno con mano de hierro no es posible el particularismo, o aldeanismo como decía Ortega, pero sí es fácil que existan los nacionalismos. Según Ortega hay dos tipos de nacionalismos: los de exclusión (Cataluña o País Vasco) y de inclusión (el resto de España), podemos hablar de otros ejemplos como Irlanda, Escocia, etc; pero de carácter muy diferente al nuestro porque debajo de la política se esconde un elemento religioso enorme. Ortega proponía como salvación al problema español a la Europa misma, pero no se dio cuenta, o sí pero suspendió el juicio, de su craso error al poner como paradigma de un buen Estado a Alemania (la de Von Bismarck y Hitler); cuya debilidad fue su propio y exacerbado particularismo, lo mismo que Italia, ambas consideradas las últimas partes formantes del gran puzzle europeo, cuya primera pieza siempre fue Gran Bretaña. 

En fin, mientras existió un proyecto común en la Edad Moderna llegamos a conseguir importantes logros, después como no había nada por lo que luchar nos convertimos en mercenarios..y en tres siglos pasamos de ser un imperio a ser un país dividido. Ya lo dijo Ortega: "Castilla hizo a España y Castilla la ha deshecho". Solo falta preguntarnos qué hubiera sucedido si hubieran existido más motores de progreso mercantil como Cataluña, País Vasco, norte de Castilla o Valencia, y los diferentes gobiernos o instituciones no hubieran dejado abandonadas a su suerte a Andalucía, Galicia, Extremadura o las dos Castillas. ¿Cómo se puede obviar que el poder de las autonomías que apostaron por la industria es tan grande, y que el centralismo siempre se va enquistar en el mismo problema, llámese autodeterminación o independencia? ¿No nos damos cuenta de que estos vendehumos son títeres ahora mismo, y que los secesionistas los pueden manejar como quieren?. Estas preguntas se las habrá formulado cualquier ciudadano de a pie, pero sabemos que lo que verdaderamente desean es algo monetario, siempre, y con eso se conforman. Porque si consiguen la independencia saben que consiguen su extinción política; eso es lo bueno de estar, aunque nos pese en parte, en la Unión Europea, que aunque falle el centralismo siempre hay un paraguas mayor.

Como decía el mismo Ortega: "El presente debe ser un puente entre pasado y futuro", que cada uno lo interprete a su manera.


jueves, 8 de julio de 2021

Con "nocturnidad" y alevosía.

Aunque el título pueda parecer el inicio de un relato policial, este artículo obedece más al ámbito educativo y aunque no aparezca en el mismo la premeditación, ésta también está presente. Está claro que en Cataluña (desconozco si hay una misma deriva en el resto de España) corren malos tiempos para el bachillerato nocturno en general, esto no viene de ahora porque es la crónica de una muerte anunciada desde 2008, su final no lo sabemos pero el Departament d'Ensenyament está haciendo lo posible por acelerar su desaparición; cosa que me parece mezquina y ruín porque gracias a ese bachillerato nocturno yo mismo obtuve mi título allá en los 90 y pude optar a la mal llamada selectividad, ahora PAU o EBAU. 

Por supuesto no es lo mismo haberlo vivido como alumno en un pasado ya lejano, que sentirlo en el presente como algo que te afecta de pleno en tu trabajo. Cuando yo estudiaba nocturno, gran parte del alumnado trabajaba por la mañana, y asistir a clase por la tarde era una gran salida, o una vía de escape según se mire, para quien quería seguir estudiando, pero almenos no nos consideraban como meros números como ahora. Desde 2008 han desaparecido en Cataluña la mitad de los centros educativos que ofertaban este tipo de enseñanza, si lo comparamos con Madrid es desolador ver que allí aún existen una treintena de institutos en los que se imparte el bachillerato nocturno, mientras que aquí no se llega tirando alto ni a la mitad. Mi propio instituto, baluarte de ese tipo de bachillerato nocturno, ya dejó de serlo hace tiempo.

La cuestión radica en preguntarse si de verdad todo es válido en la educación, los que llevan los hilos de las marionetas no nos ven solo como números, sino que además observan que no les salen los números, pero disimulan sobre el darse cuenta de que están jugando con el futuro de muchas personas, profesores y alumnos. Desde que llegó a nuestros oídos el decreto de plantillas, sabíamos que la que se avecinaba era de las gordas y que venían mal dadas, no debe ser nada agradable para quien dirige un centro, plato de no buen gusto para muchos, tener que gestionar un centro como si fuera una empresa en la que los activos no se compran ni se venden, simplemente ha de haber presencialidad. Ni tampoco debe ser algo placentero ver cómo a final de curso se llega al enfrentamiento y al mal rollo entre quiénes se consideran compañeros a principios de curso y que se acaban convirtiendo en rivales por un puesto. 

Pienso que los docentes nos debemos a nuestro trabajo, duro por cierto y más en pandemia, y el mismo empieza por atender las necesidades del alumnado en su diversidad. El bachillerato nocturno, como las escuelas de adultos en secundaria, cumplen esa función social e integradora para quienes no pueden asistir a clase en turno de mañana, bien por cuestiones de trabajo o bien porque se sienten más tranquilos en petit comité. Es fácil observar que el alumnado de diurno y nocturno es totalmente opuesto en su perfil y en su preparación, el alumnado de diurno es de un perfil joven que no suele trabajar; en cambio, el perfil de nocturno es de un alumnado que repite materias pendientes, son personas con necesidades especiales, personas mayores que dejaron los estudios en su día o personas jóvenes que trabajan y han de dar sustento a sus familiares. Pero también es fácil ver que este tipo de alumnado necesita más dedicación y atención, en un grupo clase amplio se dispersarían, o simplemente abandonarían.

Y aquí entra en juego la "premeditación", se supone que la educación ha de buscar, por un lado, la excelencia en el alumno, y por otro intentar que no haya fracaso escolar. Pueden parecer cosas contrarias, pero nada más lejos de la realidad, en la labor docente deberíamos hacer sentir siempre útil al alumnado, que crean a pies juntillas que para nosotros son iguales, sin distinción, que una cosa es que saquen un 0 o un 10 (que al final es un número) y otra el trato cercano con ellos y ellas porque son personas y merecen toda nuestra atención. El problema es que sigue existiendo esa distinción entre "listos" y "tontos", sobre todo desde la aparición de las competencias básicas, que más bien son incompetencias porque le marcan al alumnado no solo el itinerario a seguir, sino que ya sabe de antemano para lo que no será útil, y no hay nada más peligroso que quitarle un sueño a alguien. Y lo grave es que parte del profesorado se aprovecha del asunto para quitarse pelusa de encima.

Por último, siguiendo con dicha "premeditación" , ya ha sido el colmo ver que la pandemia está siendo un arma de destrucción masiva para el bachillerato nocturno. Es triste observar cómo las altas esferas aprovechan cualquier grieta en un centro educativo, un cambio de equipo directivo o que no cuadren los números, p.ej, para atacar con su arsenal politico donde más duele: su seña de identidad, en este caso el bachillerato nocturno. Y las razones que aducen no son verdaderas, en vez de ir al grano se escudan en que ese tipo de alumnado de bachillerato nocturno estaría mejor en una enseñanza on-line o incluso la propia escuela de adultos...que no suele ofertar este tipo de enseñanza. Es para echarse a temblar porque la mayoría de este alumnado a duras penas tiene conocimientos de informática, y a duras penas ha sabido convivir con las clases a distancia. ¿Tanto cuesta decir la verdad y decir que todo va en base al número de alumnado porque los gastos generados son inasumibles? Eso no lo pueden decir porque se echarían piedras sobre su tejado..y la verdad es que la transparencia brilla por su ausencia en política, solo se hacen concesiones cuando hay votos de por medio. 

En fin, "donde dije digo digo Diego".

 







sábado, 26 de junio de 2021

Progreso y regreso.

Desde luego hay que ver cómo ha cambiado la vida en los últimos 60?, 50?..No, en los últimos 20 años. Y si hablamos de lo informático-tecnológico el cambio es paranormal. Si nos fijamos bien, todos los últimos "trabajos" más demandados y creados en el aquí y ahora acaban en -r: "influencer" (el típico que dice que si te has de tirar por un puente, lo haces), "community manager" (te lo ordena todo, hasta la habitación), "youtuber" (te explica su vida con vídeos), hacker (yo te fastidio el pc y tú a mí también), "gamer" (lo que hacíamos nosotros con el amstrad y el spectrum pero en color), y así podríamos estar hablando largo y tendido.

Pero no estamos cayendo en la cuenta de que todo lo mentado antes es algo, por así decirlo, "Inter-pasivo" porque el referente es una pantalla y un teclado. Supongo que el hartazgo en nuestras generaciones es vehemente, máxime cuando observamos que la relación que puedes establecer a través de un ordenador es ficticia y pocas veces sabes quién se esconde al otro lado. Esto también demuestra una gran falta de personalidad en la juventud, y por supuesto de intimidad (tik tok es más peligroso en la actualidad que un ataque informático), y si hablamos de Facebook o Instagram es ya para echarse a temblar. 
  
No se trata de criminalizar a la tecnología informática por supuesto, es más, poquísima gente podría vivir en la actualidad sin un smartphone o sin un ordenador, y mejor no pensar en cómo se habría lidiado con las diferentes reuniones y tareas académicas sin esas clases "en diferido", farragosas y que por supuesto nada tienen que ver con el entorno en el aula, pero necesarias al fin y al cabo por el bien común y por el futuro más próximo del alumnado y el profesorado. No, no se trata de eso, sino de que reflexionemos sobre el uso de esas fantásticas herramientas que tenemos a nuestro alcance, de observar si hemos pasado la línea entre lo permitido y lo prohibido, entre la libertad y el libertinaje. Porque se han creado multitud puestos de trabajo relacionados con lo virtual, pero nadie ha pensado en un nuevo tipo de adicción y en cómo controlar este mundo, incluso a nivel psicológico.

Si volvemos la vista atrás, las personas que rondamos la cincuentena recordaremos que en algunos institutos ya se ofertaba el taller de informática (con el uso de un mamotreto más grande que una caja fuerte) o el de hogar (de lo más variopinto, lo mismo hacías un muñeco de escayola como pintabas la clase), yo me decanté por este último, con el consiguiente arrepentimiento al ver el goce de mis compañeros con su primera experiencia virtual. Pero nada tiene que ver con el nivel al que hemos llegado, sí que empezábamos a tener cultura audiovisual pero mandaba el juego en la calle y la interactividad de verdad, llegar sucio y cansado a casa a altas horas, sin pensar en peligro alguno. Raro era el que se quedaba en casa un día entero, a no ser que estuviera castigado.

¿Cómo han podido los padres, que estaban todo el día jugando en la calle en sus épocas mozas, permitir que sus hijos a veces se pasen el día encerrados delante de una pantalla?, ¿Nos hemos inventado falsos peligros para sobreproteger a la juventud? Nos podríamos cuestionar éstas y otras preguntas, pero todo depende del prisma o la perspectiva con que se mire el problema. Supongo que todo se inicia en la infancia, si a nosotros nos decían que era normal caerse para poder levantarse, y que existía la vitamina "m"; ahora ves a padres y madres en versión desactivador de bombas, intentando impedir que las criaturas se caigan, se ensucien, cojan cosas del suelo, vamos un sin vivir y un error porque los niños son creativos por naturaleza, y aunque no lo pensemos cuentan con el ensayo y el error. Con el paso del tiempo crecen y descubren las "máquinas", un nuevo mundo en el que no es necesario salir a la calle, y los padres encantados y acomodados, así se crea la sobreprotección. Pienso que pierden un tiempo precioso e irrecuperable, hasta que llegan al instituto y el paradigma cambia por completo, esa sí es la época interactiva y amorosa por antonomasia.

Por último, cabe decir que en principio lo virtual poco tiene que ver con lo teórico-práctico, porque no puedes traspasar la pantalla para ver el resultado del trabajo deseado, pero sí después a partir de diferentes máquinas, (impresora 3D, por ejemplo), así el ordenador es casi siempre un medio para lograr un fin, pero no un fin en sí mismo. Si le damos a un anciano zapatero un ordenador hará lo mismo que si a un adolescente le damos unos alicates, no sabrá cómo manejarse. Pero está claro que todos los oficios de antaño tenían que ver con la "poiesis" aristotélica: una persona trabajaba para obtener algo tangible: un zapatero hacía o  arreglaba zapatos, un carpintero creaba muebles, un orfebre hacía joyas, un herrero hacía objetos de metal, etc; 

Pero no hay nada tangible en la función de un gamer, un youtuber o un community manager. Y si hablamos de lo interactivo, que les digan a los trabajadores de una fábrica, los que fabrican y producen cosas, como su nombre indica, lo que es trabajar en equipo y lo que es la interactividad. Es de cajón, por otro lado, que cualquier trabajo ha ido también mejorando o progresando (la misma fábrica a nivel conceptual) mediante lo tecnológico y lo informático, pero ese progreso es también regreso, regreso a lo inactivo para multitud de trabajadores cuya función al final la acaba realizando una máquina. Si antes un analfabeto era quien no sabía leer ni escribir, ahora lo es quien no tiene competencia en las tecnologías de la información, el conocimiento y el aprendizaje digital y virtual. Si antes eras un burro por no saber las tablas de multiplicar, ahora lo eres si no sabes hacer una fórmula en Excel. 

En fin, como decía aquél: "hay gente para todo".


lunes, 7 de junio de 2021

Desconexión

Señor Sánchez ¿Por qué no se hace y nos hace un favor y dimite? Por vergüenza torera debería irse, seguramente le consideren ya como el peor gobernante que hemos tenido y que seguramente tendremos, y a las pruebas me remito. Encomendó a Gabilondo la defensa socialista de Madrid, le envió a una derrota política segura contra Ayuso y de paso se deshizo de su camarada Pablo; se ve que es de los de tirar la piedra y esconder la mano, aunque eso suponga pactar con el mismísimo diablo, pero la jugada le salió rana y perdió votos hasta en barrios que consideraba como baluartes, el mismo Vallecas por decir algo. Con la hostelería y el sentimiento no se juega y continúa erre que erre con intentar penalizar el ocio, así que ya no se han contrariado solo los madrileños sino que el pastel del centralismo está empezando a resquebrajarse en pro de las diferentes comunidades autónomas que no soportan ya el desgobierno existente y que al menos miran por la ciudadanía. Éste es solo un ejemplo de la disconformidad de las CCAA con papá y mamá, pero hay más.

El segundo ejemplo son las vacunas, el cachondeo máximo, de "traca i mocador" como dicen en mi tierra, indefinible y esperpéntico. El ministerio de sanidad aconseja, más bien dicta y sentencia desde su ignorancia, sino no se actuaría de este visible modo; que si te has puesto la primera vacuna de Astra Zeneca, has de firmar un consentimiento para ponerte la segunda dosis de la misma, pero si te pones de primero Astra Zeneca y de segundo Pfizer no debes rellenar ningún documento, ¿No debería ser al revés? Yo no soy de mezclar alcohol, si bebo cerveza, cerveza y si bebo vino, vino...así, que ¿Por qué tengo que mezclar algo que de por sí ya me tiene  escamado al ser una vacuna de nueva generación?. Pero esto va más allá, antes no había vacunas y ahora ya puedes ir a cualquier hora que te vacunan seguro, esto no es es de mi invención, hay un control descontrolado o un controlado descontrol, como se le quiera llamar, y el "protoloco" sigue fallando. 

También se pensaban que habría otra ola, y no de calor precisamente, para seguir teniendo a la gente en vilo y con falta de libertad, pero con el fin del ilegal estado de alarma la ciudadanía está empezando a salir de su provocado letargo y quiere pedir responsabilidades por la inanición gubernamental, y esto sí que será una ola ascendente sin fin, sobre todo cuando a muchas personas se les acaben sus expedientes de regulación de empleo, temporales o no; entonces es cuando el lobo será lobo y no cordero como hasta ahora. Y desde luego no ayudan decisiones como la de cambiar la tarificación de la factura de la luz, eso provocará tensiones a medio o largo plazo entre la vecindad y mucha gente no creo que esté dispuesta a ponerse a planchar de madrugada o poner lavadoras como si se fueran de "after, ya los veo bebiendo cubatas al son de la lavadora, !qué temazo! parece de chiste pero no lo es. Las noches son para dormir, no para discutir con vecinos, con tu propia familia ni para tender ropa; son multitud de "memes" los que corren como la espuma sobre este tema, y eso nos dice una cosa, que el españolito no ha perdido ni perderá un ápice de su retranca irónica que nos caracteriza: la inventiva picaresca. Si algo nos caracteriza es que le solemos y podemos sacar punta a todo, desde los primigenios juglares y trovadores, pasando por lo quijotesco, hasta llegar al esperpento y lo digital, nuestro humor ha prevalecido y prevalece hasta en los momentos más duros de nuestra historia.

Por otro lado, me parece que vive usted en un mundo paralelo, no sé cómo se puede preocupar por como será la "España del 2050" en vez de intentar subsanar los problemas que ahora nos acucian, desde su poltrona no atisba a observar la que nos está cayendo, y no de agua. Un buen gobierno se preocupa y ocupa del presente y no del futuro, como decía aquél gran hombre que ya no está: "Puedo prometer y prometo"; las promesas se tienen que cumplir sin finalidad, la misma promesa es su fin y no hay medio, es mejor no prometer nada que mucho, pero en política ya se sabe. Por no hablar de que se debe sentir como el "Fausto" de Goethe al haber vendido su alma y no poder recuperarla, por lo menos en esta legislatura, y el precio a pagar está siendo muy alto, incluso hasta llegar al enfrentamiento con la jurisprudencia. Se habrá dado cuenta de que esa lucha es como la del Quijote contra los molinos, siempre tienes las de perder. 

En fin, quien fuera por un rato un lúcido Max Estrella en "Luces de Bohemia".

Manuel Morillo Miranda




domingo, 25 de abril de 2021

¿Super-liga o infra-liga?

Por lo que se puede observar estos días, el "trending topic" o tema del momento ha sido y será la creación de la nueva Superliga de fútbol. Como aficionado al fútbol, para más señas madridista pero no por eso cegado por el escudo, creo que aunque ahora el presidente madridista sea objeto de chanza por el momento, tiempo al tiempo y lo que se ha quedado en agua de borrajas se acabará llevando a cabo. Puede ser que el mayor detonante de esta crisis en las altas esferas futbolísticas haya sido la imperante pandemia, pero no es la única razón.

Corrían los años 90 cuando cierto jugador apellidado Bosman cambiaría el futuro del fútbol sin saberlo cuando pidió jugar en otro país de la Unión Europea, en concreto quiso cambiar los aires belgas por franceses, pero sus deseos no fueron concedidos. Ante tal situación, puso su caso en jurisprudencia, denunciando a la federación belga y a la UEFA, y en 1995 se le dio la razón basándose en la libre circulación de trabajadores por todos los estados constituyentes de la Unión Europea. A partir de entonces, el balompié no volvió a ser lo que era. 

En los años posteriores no se notó en demasía la multitud de acontecimientos que conllevaría dicho caso Bosman, incluso la final de la Champions League de 1995 jugada entre el Ajax de Amsterdam y el Milán fue una muestra del poderío de las canteras: en el equipo titular holandés solo había tres extranjeros (uno comunitario y dos no), y en el italiano solo un foráneo (Boban). Sucedió algo parecido en las finales de 1996 y 1997, pero la revolución llegó en 1998, en la final disputada entre el Real Madrid y , la "Vecchia Signora", la Juventus de Turín: en el equipo titular blanco había siete jugadores no nacidos en España, en el italiano tres, sucedió lo mismo en la final del año siguiente y así sucesivamente hasta la del pasado año en plena pandemia, en la que si sumamos los jugadores titulares de los equipos que la protagonizaron, fueron 14 ( 9 en el PSG y 5 en el Bayern Munich).

En resumidas cuentas, que por vestir a un santo se desvistieron a miles, y se comenzó a perder la esencia del fútbol basada en la proyección de las canteras y realizar pocos fichajes allende las fronteras. Lo que en principio fue una novedosa idea que no transmitió peligro alguno a los dirigentes de los clubs, se acabó erigiendo en un gran mal deportivo (como en el caso de la burguesía, que acabó derivando en un capitalismo exacerbado), que tuvo diversos efectos a más corto o largo plazo: poca proyección de las canteras y gran dispersión de futbolistas que podrían haber triunfado en sus equipos y que se tuvieron que buscar la vida dentro y fuera del país (a día de hoy hay más de 100 canteranos madridistas, que empezaron en categorías inferiores, repartidos por toda la geografía española y europea); grandes dispendios en supuestas figuras del fútbol que no lo eran en realidad (no voy a personificar pero la lista es muy extensa y pocos equipos se libran de esta rémora); el auge de las televisiones de pago, que hizo encarecer sobremanera los precios de las entradas; y, sobre todo, el poco cariño con el que fuimos tratados los aficionados, que vimos que ir al fútbol era como comprar percebes en Navidad.

Hay que decir que este problema ha sido cíclico y que ha afectado sobre todo a equipos medianos y pequeños, que no pudieron luchar contra los poderosos y tuvieron que dejar marchar a sus jugadores franquicia en muchos casos. También ha habido equipos que han sido la excepción a la norma según la época y que han cuidado bastante de sus futuros valores (El Barcelona de Xavi o Iniesta, el Ajax, el Madrid de zidanes o pavones, etc; y por supuesto el Athletic Club de Bilbao, que sigue resistiendo como los galos en su día), pero en general muy pocos equipos han resistido a esos cantos de sirena en forma dineraria. También ha habido equipos como el Sevilla, un ejemplo de gestión, de comprar barato y vender caro (el caso de Sergio Ramos o Jesús Navas es paradigmático), pero casi siempre las negociaciones son con jugadores foráneos.

Después de este análisis llegamos a esta nueva situación. Puede ser, como he apostillado al principio, que la mecha que ha prendido la llama para firmar y formar una competición nueva haya sido la pandemia; pero detrás se esconde un conflicto enorme de dimes y diretes entre los grandes clubes por un lado, y la UEFA y las federaciones nacionales por otro. Es difícil un consenso cuando, en virtud de la pandemia, los considerados grandes equipos han perdido una multitud de liquidez por tener los estadios vacíos y por las negativas de los futbolistas; que al fin y al cabo no dejan de ser trabajadores por cuenta ajena, y no agentes libres como se permiten algunos baloncestistas en la NBA. Pero tampoco lo ponen fácil las federaciones, la UEFA y la FIFA con calendarios farragosos y encuentros sin ningún atractivo.

Creo que existe una enorme hipocresía al decir que el fútbol pertenece a los aficionados españoles cuando en verdad no tenemos ni voz ni voto desde hace más de 20 años, cuando Bosman lo cambió todo. Muchas quejas con la Superliga pero no es de recibo que las selecciones tengan que hacer pachangas que causan lesiones, o que haya partidos que se juegan a horas intempestivas que no puede disfrutar un niño porque ha de levantarse temprano, y que solo favorecen a aficionados de China, p.ej. No veo yo a la NBA cambiando sus horarios para que podamos disfrutar su baloncesto de día. Las federaciones y estamentos futbolísticos deberían darse cuenta de que a los futbolistas les pagan sus clubes y que no son títeres sino personas. 

Para finalizar hay que criticar también a los presidentes de los equipos por haberlos convertido en empresas unos, y grandes negocios otros. No es normal lo que está sucediendo con el Valencia CF, RCD Espanyol o Almería, y que ya sucedió con los clubes ingleses como cuando Abramovich compró el Chelsea. El fútbol, más allá de ser de los aficionados, debe ser de los socios que pagan sus cuotas, y no de mangantes magnates (o viceversa) que no cuentan con los sentimientos de miles de personas. En fin, no se pueden ni se deben pagar las cifras que se manejan para comprar a tal o cual jugador (se sobreentiende de cuáles), esto acabará estallando, por un lado o por otro. 


viernes, 2 de abril de 2021

A Hume no le gustaría el cine.

¿Se puede ser inductivista y lo opuesto a la vez? Está claro que David Hume lo consiguió, fue un adalid de la experiencia mediante lo sensorial, pero concluyó que esa observación perenne no era válida para poder explicar la conexión necesaria entre la causa y el efecto, con lo que analizando su filosofía se observa un poco de contradicción y un mucho de falta de visión de conjunto. Nos podríamos cuestionar así qué habría sucedido si Hume hubiera seguido por el camino hipotético, deductivo-inductivo, cartesiano en vez de quedarse a medias en su proyecto.

Si nos atenemos a sus cuestiones de hecho, con el manido paradigma de las bolas de billar, observamos los errores de su filosofía a vuela pluma. No creo que nadie que viva en esta época esté de acuerdo en decir que el futuro, aunque contingente, no pueda ser objeto de estudio porque no podemos tener experiencia sobre el mismo. Decir que siempre vivimos el presente es mentira, más aún cuando ahora mismo deseamos una huida hacia adelante, queremos sueño y no tanta realidad mediocre e incierta. Decía el gran Ortega, en sus "Meditaciones del Quijote", que existe una línea histórica que nos define, el pasado hay que asumirlo en el presente de cara al futuro, pero nunca olvidarlo. Pero Hume desconocía el quehacer de cada uno, cuyo afán siempre es futurible como proyecto sartriano y no presencial.

El siguiente pero radica en su crítica de las tres substancias, la forma de acometer el análisis de cada una de ellas es a mi parecer un craso error. Comencemos por la "res infinita" o Dios, quizás la más polémica. En ese juego de impresiones-presente e ideas-pretérito, Hume llegó a decir sobre dicha sustancia que incumplía los preceptos del "principio de la copia": cada impresión sensible concreta, cada experiencia constatable, es convertida en idea mediante la memoria o el recuerdo; la imaginación puede relacionar varias ideas y convertirlas en complejas aunque carezcan de referente real. 

El problema aparece cuando surge un concepto del que no tenemos constancia a nivel experimental: Dios. Hume afirmó que Dios se opone al principio de la copia, no tenemos impresión de su sustancia y, por tanto, tampoco puede haber idea del mismo, pero eso no significa que Dios no exista. Así se observa una paradoja en su crítica a Descartes: tilda al referente racionalista de cómodo por solventar su duda hiperbólica sobre el genio maligno a través de la demostración también hiperbólica de la existencia de Dios, pero Hume se echa atrás en parte en el análisis sobre la sustancia infinita. 

Respecto al análisis de la crítica de la "res cogitans", el pensamiento, Hume aduce que no puede existir una realidad extramental. 



sábado, 13 de marzo de 2021

"Sorpresa, sorpresa"

El título de este artículo atiende a cierto programa de televisión de los 90, pero para nada tiene relación con el tema que me ocupa y me preocupa: las vacunas. Soy uno de los miles que, por suerte o por desgracia (ya se verá), hemos sido vacunados al ser docentes en Cataluña. Desde luego, como muchas otras personas no me he vacunado convencido y quizás sí un tanto auto-presionado por la incertidumbre existente y futura, haciendo elucubraciones del tipo: ¿Podré viajar si no me vacuno?, ¿me pondrán en la lista negra?,¿afectará a mi futuro laboral? etc; 

A esto hay que sumarle los nervios propios cuando escuchas a los conejillos de indias que ya han pasado por tal trance. Los diálogos en el centro donde imparto clases no han estado centrados solo en el ámbito académico precisamente, sino más bien en las precuelas y secuelas de la dichosa inyección: "-¿Qué tal te fue ayer? -Uf, vaya noche, es como si me hubiera pasado un camión por encima. -Pero, ¿te tomaste el paracetamol? -Sí, antes y después". Otro diálogo ha sido de este tipo: "-Esta tarde me voy a vacunar. -Pues que tengas suerte porque dicen que la primera dosis es la peor". En fin, que como digo al principio esta vacuna es una caja de sorpresas sin fin.

En mi caso la "lotería" me ha salido bien, un dolor de brazo que aminora con el tiempo y basta. La pregunta que nos deberíamos hacer ante esto es: ¿Realmente sabemos los resultados a posteriori de las vacunas? La verdad es que no porque es una vacuna de nueva generación, composición y método. Por lo tanto es comprensible que multitud de personas hagan oídos sordos sobre la idea de ir a ponerse la banderilla. Pero tampoco podemos vivir pensando como locos histriónicos e hipocondríacos que vamos a ser la excepción de la regla y que es mejor no vacunarnos por si como consecuencia de la misma podemos pasar a mejor vida.

Lo claro y meridiano es que la gente mayor se quiere vacunar porque están curados de espanto, carecen de miedo, y en parte saben que ya han vivido la mejor parte de sus vidas, lo que les queda es la prórroga del partido que juegan a diario. Desde luego nuestros mayores están demostrando en este tema tener mayor fortaleza que los que somos más jóvenes. Y lo vergonzoso de esto es observar como cada parte de nuestro estado va por libre y ver la falta de unanimidad, no creo que ahora se trate de separar sino de unir y para eso debería existir un protocolo único en todas las comunidades autónomas. ¿Cómo es posible que en el País Vasco se esté buscando a personas centenarias para inmunizarlas y no las encuentren?. No creo que se hayan ido por su propio pie, esto demuestra el poco rigor existente en las administraciones y si hay fallos en los censos el problema es grave. En cualquier caso nos debemos cuestionar porqué todos los mayores de 65 años de este país no están ya totalmente vacunados
 y porqué siguen faltando a la verdad los que manejan el cotarro.

Por otro lado, fueron inauditas y esperpénticas las ideas de bombero torero que tuvieron "algunos" sobre el asunto del cribaje masivo de alumnos y profesores en Cataluña hace un tiempo, pero al final el "seny" o sentido común se impuso. Primero pensaron que como los docentes somos chicos para todo, era buena idea hacernos pasar por sanitarios y realizar nosotros mismos los PCR al alumnado, imagínense el percal, el susto y la indignación sufrida, aunque quedó en agua de borrajas y el cribaje al alumno fue realizado como debía ser. Pero eso no quedó ahí y lo siguiente fue, y esto es verídico, que el profesorado se autorrealizara el cribaje, como fue; yo no fui parte de dicha pantomima, simplemente suspendí el juicio y no asistí. La verdad es que el cachondeo fue general y nadie creyó en los resultados hechos en la biblioteca, por mucho que vinieran los sanitarios al requerimiento de muestras. Máxime cuando hubo negativos que no fueron tal, como se demostró enseguida. 

Para finalizar, habría que desmenuzar el asunto de las vacunas al por mayor. Nosotros hemos sido premiados con Astra-Zeneca, los mayores de 65 con Pfizer, otros con Moderna...¿Somos un mercado o una rifa?, ¿Tan poco importamos como contribuyentes para no tener una vacuna única a nivel estatal?...Está claro que los gobiernos se venden al mejor postor, pero eso pasará factura a la larga porque el problema no es solo nuestro sino que está demostrando que la Unión Europea está desbordada y desnortada, las vacunas no llegan y los estados negocian directamente con las farmacéuticas aunque sean la competencia de la vacuna elegida. Hay miedo, mucho miedo, en Europa...y no precisamente al virus sino a quedarse fuera del reparto del pastel económico que supone la venta de vacunas. Nosotros no lo podemos ver, como el noúmeno kantiano, pero los gobiernos no dan puntada sin hilo y al final nos costará el bolsillo de un modo u otro. 
 
Si John Stuart Mill levantara la cabeza diría: "Qué inútiles son".