Martes negro

Los que nos consideramos madridistas aún nos estamos frotando los ojos con lo acontecido ayer entre la tarde y la noche, a mi entender una descomunal debacle de las dos plantillas emblema del madridismo, la de fútbol y la de baloncesto. Quizás lo del baloncesto tenga arreglo, pero el bochorno del fútbol no y ya son demasiadas ocasiones este curso en las que el equipo no comparece en el campo si de la Liga hablamos. Pero, ¿A quién se le echan las culpas cuándo la liga se perdió ya hace dos meses? Pues directamente al entrenador italiano, es un entrenador que solo sabe motivar a la plantilla en ciertos partidos, sobre todo europeos, y que está viviendo de rentas del año pasado. Da igual si se gana algo o nada este año, el daño ya está hecho y que el Real Madrid pierda esta liga así merece que este personaje se vaya a Brasil o dónde quiera y no vuelva más que de visita. Puede sonar oportunista por mi parte, pero seguro que es el sentir de muchos aficionados que piensan lo mismo y que no entienden cómo el equipo solo tiene un plan A y de ahí no se sale, renunciando a las grandes promesas de la cantera como Arribas o Mario Martín. Respecto al capítulo de renovaciones, espero que Florentino Pérez sea inteligente y no ceda a ningún tipo de chantajes porque eso devaluaría al equipo. Ya no es hora de que jueguen Modric o Kroos, que nos han dado mucho pero que están mermando la progresión de Camavinga (vergonzoso que juegue de lateral izquierdo), Tchouameni, Ceballos y del mismísimo Valverde, que el pobre ya no sabe ni dónde juega. Si este año se tienen que ir Modric, Kroos, Nacho o Benzemá, que se vayan; el club queda, los jugadores pasan y se les rendirá su debido homenaje, pero el fútbol de ahora es pura velocidad y la edad no perdona, otros no merecen ni llevar el escudo que y más vale ni mencionarlos por estar viviendo del cuento. Capítulo aparte es el tema del portero ucraniano, es imperativo tener un segundo portero de garantías porque Lunin no lo es y juega con miedo.Respecto al baloncesto, lanzo una pregunta al aire: ¿Cómo es posible tener a, posiblemente, la mejor plantilla de Europa y que en el banquillo haya una estatua? Pablo Laso nunca fue de mi devoción, pero al menos tenía sangre, no sangre de horchata como el de ahora, que lleva a los jugadores locos con los cambios. El Madrid de baloncesto no perdió ayer por el triple de Punter, perdió por dejación de funciones de su entrenador, que no sabe tener enchufados a los jugadores, sobre todo en defensa, aspecto básico hoy en día. Y a este paso, el Partizán nos pasa por encima y adiós muy buenas.